Cómo reducir su impacto en el planeta – en su oficina
En los tiempos que corren, ser ecológico es algo más que una estrategia de marketing: es una nueva forma de hacer las cosas de forma responsable. Es una ventaja comercial para usted: un método que puede adoptar para mejorar los resultados de su empresa, al tiempo que toma la iniciativa de actuar de forma responsable con sus clientes, sus empleados y, por supuesto, el medio ambiente.
Seguro que en casa te has asegurado de cambiar todas las bombillas viejas por las de bajo consumo, has instalado el cabezal de ducha ecológico, te has asegurado de que el aislamiento y el aire acondicionado están a la altura de tu clima actual, y consumes alimentos locales y ecológicos, además de que, por supuesto, el reciclaje es ya algo natural.
Este es un excelente comienzo, pero ¿cómo puede alguien escalar su progreso personal en casa para ser consciente del medio ambiente hasta la estructura más compleja del lugar de trabajo? Al fin y al cabo, en casa se tiene un control total, pero en el entorno empresarial van a intervenir muchos parámetros diferentes: Hay compañeros de trabajo, clientes e incluso posibles inversores, y todos sabemos que nadie tiene prisa por cambiar una forma tradicional de hacer las cosas. Llevar la sostenibilidad al lugar de trabajo va a ser un compromiso a largo plazo, tanto si eres responsable de sólo dos personas en el lugar de trabajo como de 2000.
La buena noticia para el futuro empresario medioambiental es que un negocio ecológico es rentable, por lo que no debería encontrar demasiada resistencia. Así que para ayudarte a empezar, hemos combinado una lista de un par de cosas específicas que puedes hacer para empezar a allanar el camino hacia un lugar de trabajo más ecológico.
Primer paso: compartir el camino al trabajo
Organizar un viaje compartido en la oficina puede ser tan sencillo como poner una nota en el tablón de anuncios del comedor o en un boletín informativo. Aunque los beneficios inmediatos son bastante obvios (se reduce el impacto en el tráfico y se preservan los recursos energéticos finitos), un viaje compartido es también una gran oportunidad para fomentar el espíritu de equipo. Busca un lugar donde colocar un aviso y piensa en algunos incentivos para los grupos que puedan combinar y mantener un programa de viajes compartidos.
Segundo paso: apagarlo
Es triste pero cierto, pero cada noche los ordenadores muestran un salvapantallas a millones de oficinas perfectamente vacías en todo el mundo. Aunque no cabe duda de que es cómodo consultar el correo electrónico a los pocos segundos de coger un café por la mañana, el ordenador trabaja mucho para producir un salvapantallas, tanto como para crear una hoja de cálculo o cualquier otra tarea rutinaria. Esto significa que muchos ordenadores de oficina gastan el doble de energía mientras están en reposo que cuando trabajan. Si te tomas un momento para apagar el ordenador al final del día, ahorrarás miles de vatios al año; además, los ordenadores de sobremesa se inician con bastante rapidez hoy en día, así que piensa en dedicar tiempo a hacer otra cosa productiva mientras se inicia.
Tercer paso: Ahorrar en papel
No importa si está desechando documentos escaneados accidentalmente o haciendo malabares con los pequeños trozos de papel que tienden a acumularse como locos en la oficina, el uso de la bicicleta es algo que no tiene sentido. No sólo es mucho más respetuoso con el medio ambiente, sino que, si tiene suficiente papel reciclado, puede convertirse en un producto comercializable para las grandes oficinas y empresas.
No importa si puedes ahorrar un par de cartuchos de impresora aquí y allá o si te aseguras de enviar un correo electrónico en lugar de imprimir algo: si puedes dar un pequeño paso para ahorrar algo de dinero aquí y allá (al mismo tiempo que salvas el medio ambiente) te darás cuenta de que los beneficios se acumulan muy rápidamente. Cuidar el medio ambiente en tu oficina no es algo que deba ser difícil, así que asegúrate de disfrutarlo también.