Reducir el tiempo de inactividad en la industria y en el hogar
El tiempo de inactividad es el enemigo de la eficiencia. Incluso la palabra -tiempo de inactividad- deja claro que es algo negativo, algo que todos queremos evitar. Deja la maquinaria al ralentí, expulsando gases a la atmósfera sin un producto final que lo justifique. Deja a los trabajadores esperando, cobrando sin trabajar. Deja los pedidos sin cumplir, haciendo que los clientes busquen otras opciones. Es tal vez lo más frustrante para cualquier empresa.
Así que es lógico que cada paso de cualquier operación de fabricación tenga como objetivo reducir las posibilidades de una avería que no genere más que un doloroso tiempo de inactividad. Y hay gente que hace todo lo posible para evitar que eso ocurra, utilizando algunas estrategias probadas que podrían incluso trasladarse a nuestra vida personal mientras nos esforzamos por ahorrar dinero y ayudar al medio ambiente.
Reducir las averías
En cualquier tipo de proceso de fabricación, hay piezas de equipo que son clave para mantener el funcionamiento ininterrumpido de la instalación. Cuando estas piezas dejan de funcionar, todo el sistema se detiene, y la planta comienza inmediatamente a incurrir en costes que no conducen a ninguna producción.
La prevención es esencial. El personal de mantenimiento debe mantener todo en perfecto estado de funcionamiento, y debe trabajar con equipos que tengan las mejores posibilidades de seguir funcionando sin averías.
Esto puede hacerse directamente en su casa. Los electrodomésticos y los sistemas de calefacción y aire acondicionado mal mantenidos son ineficientes y pueden averiarse, lo que provoca grandes facturas de reparación y pérdidas por alimentos estropeados o exceso de uso de energía.
Gestión de inventarios
Una vez que la maquinaria funciona de forma fiable, es fundamental que los productos que entran y salen se gestionen adecuadamente. ¿Hay espacio para las materias primas que alimentan la cadena, o se acumularán en los camiones, que tardan en descargarse y corren el riesgo de sufrir daños o robos? ¿Hay espacio para que los productos terminados se guarden en un espacio seguro y de clima controlado?
En ausencia de una buena gestión de inventarios, se pueden desperdiciar muchos recursos. Los insumos atrasados deben ser desplazados y reordenados, a veces incluso almacenados fuera de las instalaciones. Los pedidos completados pueden mezclarse y desviarse, causando problemas de distribución que cuestan mucho dinero reparar. Las empresas de éxito saben de qué espacio disponen y qué cantidad de producto de cada extremo de la línea de producción pueden acomodar.
Lo mismo ocurre en casa. Si te abasteces de pollo durante las rebajas, ¿tendrás suficiente espacio en el congelador para todo ello? Si compras un coche un poco más pequeño para ahorrar gasolina, ¿será lo suficientemente grande para tus vacaciones familiares? Aprovechar el espacio ahorra mucho tiempo y dinero, tanto en casa como en el trabajo.
Para poder gestionar los inventarios de forma eficaz, es necesario utilizar las herramientas de gestión de inventarios ampliamente disponible.
Cumplimiento de la normativa
Esta podría ser la perspectiva más aterradora en cualquier lugar de trabajo, la posibilidad de que alguien pueda llegar y cerrar el lugar debido a una violación de las normas.
Cualquier empresa tiene que cumplir muchas normas. Hay normas de seguridad para los trabajadores, permisos medioambientales y montones de leyes fiscales que cumplir. Un paso en falso en cualquiera de ellas podría acabar cerrando el local durante un largo periodo de tiempo.
Las empresas son muy conscientes de ello. O bien cuentan con personal interno para estar al tanto de estas cuestiones legales o, en el caso de las empresas más pequeñas, subcontratan el trabajo a empresas especializadas que se encargan de todo el proceso por ellas.
Lo mismo puede ocurrirle a un individuo. Un permiso de conducir caducado, el incumplimiento del plazo de inscripción abierta o el retraso en el pago de la hipoteca pueden ponerle en un aprieto e interferir en su capacidad para trabajar, pagar las facturas médicas o mantener un buen crédito. Su atención aquí es esencial.
Conclusión
El tiempo de inactividad es una fuerza destructiva tanto en las empresas como en las familias. Si cualquiera de ellas pierde parte de su capacidad de aportar dinero, puede producirse un desastre. En ambos ámbitos, la preparación y la atención pueden ayudar a evitar estos desastres.